Desde un cuarto oscuro
te observo desmedidamente
No rompo como tormenta
Estoy segura que
miro más de lo que me gusta aceptar
Tu voz
las formas
el cuerpo
todos los detalles que de alguna forma
siempre salen mal
Pongo mi atención en la sal del cuerpo
desenredo los pretextos
nada ha de interponerse
Así me guardo la noche…
el insomnio
tu cansancio
las letras
los olores
las frases
mi sed
el día
el calor y la risa
Paradigmas desglosados
Nadie dijo:
“pónsela fácil”
Calma mi demonio
y no te quejes si te encajo las uñas
A mí como siempre
Me termina durmiendo el arrepentimiento
Las preguntas repetitivas
¡¡¡chingadooo!!!
¿Por qué no tienes autocontrol?
Ahora en la mañana el viaje comienza
mi calma despierta
e inicia el temblor
¿Qué vas a hacer de ti?… de nuevo.
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