jueves, 26 de noviembre de 2015

El rojo del semaforo

(No es necesaria la fotografía, la tengo grabada en la memoria)


Tengo amoríos que duran un semáforo en rojo
deliciosos
        altaneros
                   tiernos y simples

me los guardo bajo las venas
los respiro, los pongo sobre mis piernas y los miro morir

huelen a rosas... 
a agua que emerge de montañas
y germinan sexo dulce, doman bestias

el contacto...
y la ciudad, deja de existir.

Mi ego, es difícil de convencer, aun con regalos costosos
anillos perfectos, viajes a lugares lejanos...

prefiero al perfecto extraño sin intención
el que no se dio ni cuenta en que momento se le apreció el diablo

¡súbete! ¿te llevo?
o mejor dicho ¿me llevas?

después, todo es rojo o rosa, violeta, verde, naranja, azul o del color que pinche quieras

prefiero el lila...

solo por hoy

mañana volveré a ser la misma pinche insolente
a meter la mano donde no debo
gritar que te largues
llorar por adicciones y existencialismo
marcarte el paso
a darte miedo

pero hoy,
hoy le regale una sonrisa a un extraño y él

él me regalo el día.



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